Compartirlo con nadie

Hoy le he dicho a mi hermana que la gente es una mierda, que ella es una mierda y aunque así lo siento sé perfectamente que no es así, de ahí mi frustración por no poder gozarlo. La gente es maravillosa por ser única, eso lo tengo muy claro y creo saberlo bastante mejor que mi hermana, la mierda es que siendo maravillosos como somos no seamos capaces de compartir esa maravilla con los demás.

Antes de morir quiero COMPARTIR la maravilla que soy con alguien, creerán que es imposible no haberlo hecho ya, que se comparte constantemente con todo el mundo, así parece pero así no es cuando el que parte y reparte se lleva la mejor parte.

Yo no sé cómo explicarlo para que se me entienda sólo sé que el día que COMPARTA con alguien, si llega a suceder, no será sólo tiempo, ni un café, ni una afición, ni un despacho, ni todo lo que convivimos con los demás, el día que alguien COMPARTA la maravilla que es conmigo verá la maravilla que soy. Hasta entonces... sólo puedo seguir sabiéndolo, seguir siéndolo y convivirlo con todo el mundo sí pero compartirlo... con nadie.

Mi hermana dice que la gente será una mierda mientras yo piense que son una mierda, qué equivocada está, la gente será una mierda hasta que no reconozcan que son una maravilla.

Es curioso que yo que digo que la gente es una mierda sepa mejor que ella -que la gente- la maravilla que son.

De un demasiado a otro

Me quiero hablar de la muerte porque me quiero recordar que NADA es realmente grave ni siquiera ella.

Me inquieta vivir una vida vacía, sin sentido, me desespero ante la posibilidad de perderme experiencias "importantes" cuando me doy cuenta de la imposibilidad de las mismas y... ¿para qué? para nada, la verdad es que para nada, porque anhelarlas no hará que sucedan y despesperarlas tampoco.

Voy a morir, como moriremos todos y a veces pienso que saber eso debería ser más que suficiente para sentirme bien, para estar agradecida y llenarme de valor y motivación pero ¿se pueden creer que no es así? ¡YO no me lo puedo creer! y aún así, así es.

Pierdo los días sin saber cómo encontrarlos y me siento tan estúpida por ambas cosas... no sé qué es más censurable si tomar la vida demasiado en serio o demasiado en vano, yo quisiera no hacer ninguna de las dos cosas y me temo que en realidad voy saltando de un demasiado a otro sin parar.

Un mal vicio

Compararse con los demás... no es una buena idea, siempre se tienen las de perder, lo sé, y aún así en ocasiones lo hago y pierdo.

Dar la paz

¿Qué es dar la paz a alguien? no me refiero a la paz de la religión católica, Dios me libre de meterme en esas cosas, me refiero a regalar la visión de uno con respecto a otro.

En cualquier situación que concierne a dos personas hay dos vivencias, dos opiniones, dos visiones de la misma: la del uno y la del otro.

Dar la paz es dar la información que uno tiene de su visión o vivencia de lo sucedido al otro, dar la paz es dar el poder: la información.

Con esa información el otro sabe a qué atenerse, sabe cómo posicionarse, no tiene por qué comerse la cabeza o lidiar con los sentimientos que genera la incertidumbre, no tiene que "inventarse" la posible realidad del otro. La verdad que sea no importa, después ya gestionará los sentimientos que le genere dicha información si no le gusta pero LA PAZ está en SABER.

Demasiadas veces la gente no es generosa con el poder, la opinión de uno afecta mucho más a los demás de lo que los demás serían capaces de reconocer. Demasiadas veces la subjetividad de uno atenta contra la verdad de otro y es con la falta de comunicación que se incurre en esa falta.

Cierto que se es dueño de lo que se calla y esclavo de lo que se dice pero hay que ser conscientes de que somos la ocasión de que otro se esclavice con nuestro silencio. Y mientras una esclavitud es voluntaria, real y fiel a uno mismo la otra es impuesta, inconmensurable y, me atrevería a decir, vil.

La verdad de uno es la que es tanto si se comparte como si no, así que se puede ser valiente y generoso o se puede... callar.