lunes, 23 de julio de 2007

En la guerra de otro

Siempre se acaba cayendo, se cae más o se cae menos pero se acaba cayendo, ganar muchas batallas no significa ganar necesariamente la guerra y mucho menos cuando la guerra no es de uno.
Puedes dar toda la información, puedes ser clara, directa y concisa, puedes dar todo el poder pero cuando la guerra no es tuya sólo puedes desear que al final la guerra de otro no te hunda.
En ese deseo ando y más que eso no puedo hacer, deseo que la información sirva, que la coherencia sirva, que la comprensión sirva, que el tiempo sirva, que todo sirva para que el amor no se envenene y deje de ser.
Todos tenemos algo para los demás y todos tienen algo para nosotros no errar en ese algo es crucial para que el amor no se muera.

viernes, 20 de julio de 2007

Y mucho más

El sufrimiento, la fuerza, el valor, el miedo... son conceptos realmente difíciles de explicar porque también son difíciles de vivir. En este momento de mi vida me doy cuenta que he sufrido mucho, que he sido muy fuerte y que he tenido mucho valor; todos los que me conocen saben lo miedosa que soy.
No me siento una víctima porque no lo soy más que todos y cada uno de los seres humanos que habitan el planeta, supongo que la diferencia es que yo he querido saber quien soy, de dónde vengo y a donde voy.
Cuando nacemos deberían explicarnos que la vida es compleja, que nada es lo que parece, que no hay sólo que aprender a vivir sino que en muchas ocasiones hay que desaprender lo vivido y lo aprendido, que los padres son una pieza clave en nuestra existencia y que además de ser padres son personas que han tenido que afrontar el mismo reto que nosotros seguramente con menos información, que hay tantos mundos en el mundo como personas en el mundo, que la relación que tengamos con nosotros mismos marcará la evolución de las relaciones con los demás, que somos responsables de una vida aunque no lo hayamos elegido y que esa responsabilidad es un privilegio y no una carga, que todo es subjetivo y por lo tanto relativo a nosotros y a nuestra percepción de las cosas, que nuestro dolor será nuestro: causa y efecto de quienes somos y cómo somos como lo será la felicidad, la paz o la alegría, que la vida termina como empieza: sin sentido y sin razón y que eso no debe asustarnos porque está en nuestra mano regalarle un sentido como a nosotros nos regalaron la vida, que siempre se puede saber más y que nunca se está de vuelta de nada porque nunca somos los mismos, que lo que sentimos no son las leyes de nuestros genes sino los pensamientos del corazón que hemos armado a lo largo de nuestra vida, que todo lo que entra tiene que salir para que no se estropee la máquina, que no todo lo que se da vendrá devuelto en la forma en que se dio y hasta puede que nunca se devuelva y que lo vano y lo importante somos nosotros.
Cuando nacemos deberían decirnos todo eso y mucho más que yo todavía no sé.

lunes, 16 de julio de 2007

Una pena

La ingratitud es algo realmente feo, comprendo que los miedos sirven para justificar a los ingratos pero qué pena me da.

jueves, 12 de julio de 2007

En la dirección equivocada

Ayer me sentía físicamente mal, me puse nerviosa por haber tomado una decisión trivial y perdí los papeles, en ese momento no me di cuenta de lo que estaba pasando solo sentía que no podía controlar el dolor, que iba a más y que por más que intentara decirme a mi misma que esa decisión no conllevaba consecuencia grave alguna era incapaz de tranquilizarme y hacer remitir el dolor.
Me costó mucho de ver pero al final lo comprendí: estaba analizando en la dirección equivocada, no era la decisión trivial lo que me tenía nerviosa era un conflicto emocional que había tenido el día anterior y al que no quise dar importancia creyendo que estaba superado, la decisión trivial sólo fue la ocasión para que el conflicto real estallara en mi cara.
Yo era una niña cuando sucedió todo ¿cómo iba a relacionarlo con el presente después de tantos años? hasta que no vi el conflicto real no pude deshacer el nudo que oprimía mi pecho, no pude comprender mi dolor y mis miedos, ayer por unas horas fui esa niña otra vez y mi reacción fue la misma que tenía entonces. Cuando me he dado cuenta de ello he podido ser consciente de que ya no soy esa niña y que ahora tengo capacidades y recursos que antes no tenía, que ahora sé cosas que antes no sabía y que en realidad el conflicto ya no existe.
Existía, era una constante en mi vida de adolescente pero ahora ya no, soy adulta y he aprendido mucho y aunque ayer reviviera todos y cada uno de los sentimientos del pasado sin darme cuenta ahora me doy cuenta que no tengo nada que temer.
Ayer aprendí algo nuevo: el pasado es presente hasta que se revive, hay que revivir en el presente las experiencias pasadas para comprender que ya no son la amenaza que fueron.
Y una cosa más, aunque ésta ya la sabía, sólo analizando el conflicto real que nos afecta podemos controlar la situación, demasiadas veces analizamos en la dirección equivocada y por ello somos incapaces de encontrar la solución al conflicto que nos bloquea.

miércoles, 11 de julio de 2007

Hoy una amiga me ha preguntado si podría renunciar voluntariamente al amor de "pareja" y la respuesta es simple: NO.
Mi felicidad no depende de ello pero sin duda es una experiencia que no me quiero perder.

jueves, 5 de julio de 2007

Kilo y medio

Si han leído algunas de mis entradas se habrán dado cuenta de mi interés por las emociones, los sentimientos, la psicología y el comportamiento humano. En realidad lo que me importa son las personas, tal vez y simplemente porque soy una de ellas.
Instintivamente siempre he pensado que cuanto más se sabe de uno mismo más se comprende a los demás y cuanto más se observa a los demás más se descubre uno de uno mismo. Aunque seamos islas perdidas y solas formamos parte de un todo común que nos une inevitable y maravillosamente.
Bueno pues a raíz de un nuevo encuentro que estimo balsámico, dadas mis circunstancias de los últimos tiempos, he tomado conciencia de que tengo cerebro, increíble ¿verdad?, ¿cómo me había podido pasar inadvertida la necesidad de comprender cómo funciona mi cerebro para comprenderme? ese ordenador de kilo y medio que controla desde mi dedo meñique del pie hasta mi sentimiento más sublime, parece ciencia ficción: realmente somos máquinas mágicas.
Nos parece muy lógico padecer un dolor de barriga o de cabeza, hacernos un rasguño tras otro sin que nos cause asombro alguno, rompernos un brazo o una pierna... todo eso lo comprendemos fácilmente, es habitual, es CONOCIDO pero ¿qué pasa con todos esos dolores del cerebro que por ser poco habituales o comunes o conocidos provocan la incomprensión y temor de los que los viven y de los que los conviven?
Señores el cerebro también se pone enfermo y yo no lo sabía, puede tener lo equivalente a una gripe o una rotura y así como al PC se le pueden reinstalar los programas, al kilo y medio hay que reprogramarlo a base de paciencia, tiempo, autoconocimiento y comprensión.
Sé muy poquito del tema, justo acabo de descubrir mi disco duro pero ¡es apasionante! ¿no les parece?

domingo, 1 de julio de 2007

Cala Naiara

Me han robado el corazón, o un pedacito de él y me siento feliz y agradecida. Creo que la vida me veía muy peleada con ella y ha querido regalarme un oasis, una nueva perspectiva, una playa maravillosa y mágica como su nombre.
Yo siempre he sido muy mala para los nombres, nunca se me olvida una cara pero los nombres... y estoy feliz porque la playa de Naiara empieza a susurrar el mío, formar parte de ese susurro es para mi una alegría y una ilusión. La vida no sólo me ha regalado una playa preciosa... ¡es que me la ha regalado llena de gente!.
Este fin de semana he desenvuelto mi regalo lentamente, me he tomado mi tiempo para no perder detalle y le debo una disculpa a la vida: no es verdad que no sepas hacer regalos, perdóname por sentirlo así cada vez que no coincidimos.